La identificación mediante radiofrecuencia o RFID es una tecnología que aunque lleva cierto tiempo entre nosotros es bastante novedosa y ofrece un buen número de ventajas si se compara con el tradicional código de barras. Hoy en día la tecnología RFID está implantada y convive con el código de barras aunque no se descarta que ambos formatos sigan bastante tiempo conviviendo.
Con los sistemas de identificación usados con las HID tarjetas de proximidad se consigue reducir notablemente los costos, minimizar tiempos de espera, tener un mayor control sobre diferentes aspectos de una empresa, para la seguridad de una persona o para la agilización de procesos entre otros.
¿Qué es exactamente la tecnología RFID?
Forma parte de una amplia gama de tecnologías usadas para la adquisición rápida y fiable de datos e identificaciones automáticas, donde también se incluyen los códigos de barras, lectura de caracteres ópticos y también los sistemas infrarrojos de identificación. La tecnología usa un chip adherido a un producto o a una tarjeta por ejemplo, permitiendo mantener el rastro de su localización. Su distancia de rastreo varia bastante, pudiendo ser de tan solo 2 centímetros a más de 10 metros o incluso más en los sistemas más complejos.
El futuro de esta tecnología se ha diseñado para facilitar el trabajo de comercialización de productos de consumo en varios sectores así como sistema de identificación mediante tarjetas de PVC personalizadas, etc. aunque pueden darse más usos y no en forma de tarjeta sino como una pulsera donde esté toda la historia médica de un paciente, algo ideal para un hospital; para tener el máximo control de acceso a un concierto o evento deportivo
¿Cómo funciona la tecnología RFID?
La tecnología RFID necesita tres elementos principales para su funcionamiento: una etiqueta electrónica (tag), un lector de tags y también una base de datos. Estas etiquetas cuentan con un microchip incorporado que tiene la capacidad de almacenar el código identificativo único del producto al que se encuentren pegadas. El lector envía diferentes ondas de radiofrecuencia al tag, las cuales son captadas por una pequeña antena haciendo que se active el microchip y a través de la antena y la radiofrecuencia envía al lector el código único del artículo en cuestión.
Cuando el lector recibe el código único del producto lo transmite a la base de datos donde previamente se han almacenado las principales características del artículo como puede ser una fecha de caducidad, identificación, localización o su peso por ejemplo aunque dependiendo de a dónde se aplica esta tecnología.
¿Cuáles son las aplicaciones de la tecnología RFID?
Entre muchos de los usos a los que se les puede dar este sistema destaca:
- Localización y seguimiento de objetos
- Control de accesos
- Identificación
- Detección de falsificaciones
- Información a los clientes
- Control de calidad
- Guardado de datos
- Localización de animales perdidos
- Realización de censos de animales
- Reducción de colas en los establecimientos comerciales
- Inventariado automático
- Control de equipajes en la industria del transporte de pasajeros
- Control de fechas de caducidad
Además hay que añadir que las etiquetas electrónicas no necesitan un contacto visual con el lector para que pueda leerlas, las etiquetas pueden ser sobrescritas siempre que sea necesario, algo que no ocurre con los códigos de barras, pueden almacenar mucha más información, no se pueden falsificar y son muy resistentes.